CONFIESO, SOY...

Oleo sobre lienzo

Autora: Encarna

CONTABLE

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“Lo que menos odio es la parte mecánica, rutinaria de mi trabajo: el volver a pasar un asiento que ya redacté miles de veces, el efectuar un balance de saldos y encontrar que todo está en orden, que no hay diferencias que buscar. Este tipo de labor no me cansa, porque me permite pensar en otras cosas y hasta (¿por qué no decírmelo a mí mismo?) también a soñar. Es como si me dividiera en dos entes dispares, contradictorios, independientes, uno que sabe de memoria su trabajo, que domina al máximo sus variantes y recovecos, que está seguro siempre de dónde pisa, y otro soñador y febril, frustradamente apasionado, un tipo triste que, sin embargo, tuvo, tiene y tendrá vocación de alegría…”

La Tregua – Mario Benedetti




Acabo de leer mi primer libro de este gran escritor, escogido al azar de entre los que me trajeron los Reyes Magos este último año.

Desde el principio, se me hizo entrañable el personaje, CONTABLE como yo, y con una similitud increíble conmigo. Su lectura me ha durado mucho, quizás de tanto buscar descuadres, DEBE de HABER sido un tiempo muy escaso el que le he dedicado.

No sé a quién pueda interesar algo tan gris, simple y poco emocionante, pero ha sido y es mi vida. No lo elegí, creo que no. Era una de las mejores opciones para que una chica de “aquellos tiempos” se labrara un buen futuro… je!
Secretariado, Taquigrafía, Cálculo Comercial y, esos atentísimos seguros servidores (atts.ss.) que me acompañaron a recoger mi querido título de “TENEDOR DE LIBROS”, que aún ahora no sé bien bien que quería decir, si es que debía cargar con esos libros de Contabilidad el resto de mi vida, o, acaso tendría alguna cosa que ver con mi alimentación…

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El caso es que aquí estoy, treinta y pico de años “teniendo” los malditos libros, culpables ellos de que cuando viajo, deba cerrar los ojos para no estresarme sumando y restando los números de las matrículas... culpables de que cuente las escaleras al subir o bajar, siempre de dos en dos, claro… culpables también de que acompañe mentalmente al segundero del reloj que cuenta atrás los minutos que faltan para que llegue el siguiente metro… y, culpables, sobretodo de que sea tan necesario para mí que todo esté correcto, en su sitio, cuadradamente cuadrado en la exacta cuadrícula cuadrada de ese cuadrado libro de mi vida, que mi bienestar, sea equivalente al orden, a lo equilibrado, a lo sereno, que no hayan descuadres en mi vida que desestabilicen ese resultado final, que a fin de CUENTAS, soy YO!!!!.

Las fotos son de Espectadora y el video, con la música de Fito y Fitipaldis, lo dedico con todo el cariño del mundo....a quien corresponda...