TOTEMS

Hola a tod@s, soy el Tótem de la Alegría, como veréis , mi compañero el Tótem del Disgusto, está más dudoso de su nueva existencia. No acaba de comprender, porqué la Madre Natura ha convertido nuestro tronco de Pinabeto, del cual formamos parte, en humus y estiércol para la tierra en que nos criamos.

Yo le digo: - Pues mira que, eres tonto, si has vivido 100 años, llenos de buenos amigos, ha corrido por tus venas la savia que alimentaba la verde melena que guarecía a pájaros, insectos de todo tipo y además las hormigas nos hacían cosquillas… Que días tan felices….

Ahora, este tipo, ha rescatado unos trozos de nuestro gran cuerpo deshidratado y nos ha inmortalizado en forma de Tótems. Seguiremos siendo el recuerdo de un gran árbol y con ese recuerdo transmitiremos días y días de paz y naturaleza en estado puro, con todas las estaciones reflejadas en nuestras inmóviles miradas.
Nuestro creador ha tenido la gentileza de proporcionarnos un rostro, ojos, nariz y boca… Lo que no entiendo muy bien es porque no nos ha construido unas orejas…. Aunque, me basta con mirar lo que hace para comprenderle y disfrutar de sus andadas.

Anda!!!...¡Anímate!!!. Que no digan que eres un trozo de árbol “desaborío”.
Recuerdas?... cuando nos cogía con sus manos y nos rascaba con las herramientas?. como buscando algo dentro de nuestra madera, quebradiza y delicada. Como si buscase nuestra alma y pensábamos: -¡¡Será Lerdo!!, pero si nosotros ya no servimos más que para serrín.

Y el tío, dale que dale, rasca que rasca, con las puñeteras herramientas, que dan un miedo, que pa qué, pues oye…. al final nos ha proporcionado una personalidad y más o menos vamos a estar en la misma posición y con casi la misma quietud, que cuando éramos carne de árbol fuerte.

Alégrate Tótem hermano, formaremos parte del museo de naturalezas, que ronda por su casa y sus amigos nos contemplaran y pensaran en el árbol que fuimos.

-Te digo: ¡¡Alégrate!!, una vez más, pues no hemos sido pasto del fuego provocado por algún descerebrado, ni del hacha de la necesidad loca del consumo, tan solo debemos pensar que fue el destino, como les ha pasado a tantos y tantos hermanos árboles. Los pájaros Carpinteros, las nieves, las tormentas con sus rayos demoledores y las tramontanas han podido con nuestras fuertes raíces y gran cuerpo… Es la ley de la Naturaleza la que marca nuestros destinos…

JOAN MANEL SERRAT - DE ARBOL A ARBOL